Desde la primera semana del segundo trimestre del embarazo el feto desarrolla la incipiente cualidad de estar en contacto con las sensaciones y percepciones sutiles de sus cambios en el ambiente. Aunque el sistema nervioso del feto estará en pleno desarrollo durante 25 años, es en este momento donde se van plasmando recuerdos y memorias rudimentarias.

El niño al nacer ya posee una serie de capacidades motoras y sensoriales que también van a ir madurando con el tiempo y podemos llegar a la edad de 4 años, donde ya el niño demuestra aspectos de su carácter. Desde antes de nacer ya es como una esponjita que va absorbiendo de todos los estímulos que lo rodean. En este ambiente se deben presentar condiciones esenciales de estimulación y para reconocer las necesidades de cuidado y de afecto, para que el proceso del aprendizaje y desarrollo psico-emocional del niño sea adecuado y cumpla con lo esperado. Hoy, las investigaciones muestran desde la Neurociencias que hay estímulos que se recepcionan desde lo uterino y que existe una interacción del bebe y el ambiente, regulada por la figura de los padres y el entono… o sea, todo es interacción entre el niño y su ambiente.

¿Cómo podemos sintonizar con nuestros niños y adolescentes?

Existen estímulos básicos que son irrenunciables al momento de sintonizar con el niño. Estímulos como el hablarle y mirarlo a los ojos es parte de ellos, así como acariciarlos, sostenerlos dando seguridad de contacto. Se suma la estimulación por la voz, el canto y la música, los colores y el movimiento.

Lo importante de la estimulación es la consciencia de los cuidadores (mama, papa, nanas, etc) de que con los estímulos estamos generando MEMORIAS implícitas que se graban dentro de la psique y que conformarán parte del inconsciente del niño y le acompañarán el resto de su vida. Estas memorias van a conformar la base de otras estructuras de aprendizaje, que en edad escolar serán reforzadas. Por lo tanto, el poder tomarse un tiempo, para mirarse, cantarle suavecito, olerlo y acariciarlo será el puente de una vida vincular sana, donde el niño genere un apego sano y pueda pasar a la fase exploratoria ya al momento de caminar.

En general, al nacer el bebe el impacto de no poder dormir, no es un tema menor para los padres y por lo general, el bebe debería ir logrando un ritmo de sueño que le permita también descansar a los padres y seguir desarrollándose. Muchas veces los desórdenes de sueño en bebes, tiene que ver con mucho estrés de los padres, o que hayan existido condiciones de riesgo en embarazo y parto. Así como en ciertas condiciones las anestesias de las cesáreas, los procedimientos médicos, generan alteraciones neurológicas del Sistema Nervioso Autónomo que hacen que el bebe se asuste, este inquieto y que le cueste conciliar el sueño. En estos casos los masajes son una manera de regular las activaciones del sistema nervioso, así como los baños de noche y esencias que calman como la lavanda en aceites o aromaterapia.

En casos de que el bebe asista a sala cuna, es relevante atender a si el bebe está tranquilo, si mantiene un buen peso, si su piel esta sin sarpullidos y si tiene buen contacto con las cuidadoras.

En la fase exploratoria, el reforzamiento de límites, de ir paso a paso, el sostener emocionalmente al niño y la imitación de éste, son otro elemento esencial, ya que en esta etapa, lo que el otro hace el niño imita, es una fase relevante del aprendizaje posterior, si el niño tiene dificultades en tomar contacto, el no poder repetir e imitar es importante y se debe evaluar con el pediatra las razones de porque esto no está desarrollándose en forma normal y gradual.

Ya desde los 3 años en adelante aparecen conductas más activas socialmente y aparece características específicas de la incipiente personalidad del niño. En este tiempo, el dibujo, el cuento, las actividades físicas y las normas, permiten ir manteniendo su proceso natural, en conjunto con compartir a veces con otros hermanos o aprender a estar con otros adultos a cargo, sin que el niño se altere. El generar diálogos, preguntarle cómo se siente, como le fue en sus actividades y que le gusta, son formas de acceder al mundo interno del niño, lo cual favorece la sintonía de los padres y familia con él.

En general, lo que más cuesta hoy, es que los padres y cuidadores estén presentes y disponibles para jugar y compartir, ya que con los smartphones, es difícil que podamos atender a dos situaciones y esto afecta la calidad de la atención que se le da al niño, lo mismo si estamos atendiendo a la TV y tratando de estar con el niño. Lo ideal: nada tecnológico a mano por favor!

Desde los 6 años, el sistema escolar exigirá cumplir etapas específicas de la lecto escritura, de tareas y actividades escolares, porque el orden familiar, la coordinación y el apoyo mutuo de la pareja en las labores escolares, también será un proceso de adaptación para todos. Ya no es llegar a descansar, sino que llegar a hacer tareas, cocinar, bañarse, dejar todo listo para el día siguiente, tratar de ver noticias, que se queden dormidos los niños y ojala poder estar juntos un rato como pareja…. O sea, es una rutina que exige voluntad, tolerancia, mutuo apoyo, orden y buena disposición por parte de todos!

A los 9 años… que Dios nos proteja! … jajjajaj, es un decir. En esta etapa veremos aparecer los primeros rasgos de la futura adolescencia…. Habrá que agarrarlos desprevenidos para ponerles ropa que nos les gusta, o insistir 150 veces de que hay que lavarse los dientes o bañarse todos los días… esto es clásico. En esta etapa ya los padres están adaptados a que sean 3, 4, 5 o más en la familia, además de la mascota de turno. Ideal para los padres, turnarse para descansar, ya que estar agotado es bastante común en el diario vivir, sobre todo si somos buenos para dormir o si se nos olvidó de cómo era hacer algo que fuera desarrollo personal individual, porque la familia lo es todo, a ratos. Actividades en familia, paseos deportivos, actividades de entretención y ojala instalar el hábito de la lectura, harán que los adolescentes prefieran leer que pasar la vergüenza de estar con sus padres mucho rato…. Así pasa pues, de ser el todo, ya no somos lo máximo, En esta etapa lo que he observado en que en el 80 % de los casos lo hijos se llevan en mala con el papa, mientras que las niñas se llevan en mala con la mama…. El adolescente se turna según sus necesidades y intereses de un papa a otro y se aprovecha de los desacuerdos parentales, de modo que él logre ser libre y hacer lo que se le ocurrió…. Con esto estaremos si tenemos suerte…. Hasta los 20 aproximadamente.

Acá solo me queda decir que si en la infancia, el vínculo de los padres hacia el niño fue bueno, cercano y de mutuo afecto, en la adolescencia va a ser menos critico el cambio. Sin embargo, niños muy criticados, exigidos, abrumados por separaciones, cambios de la pareja o la llegada de otro hijo, requerirán mayor atención y apoyo. Ya que la cuenta, te la van a pasar como hasta los 40 años…. “Es que mi mama prefería a mi hermano…. Es que mi papa no me daba tiempo para conversarle, etc”… Se sumaran el listado de críticas de experiencias que como adultos tendremos que resolver en la vida.

Finalmente el generar la capacidad social de la empatía, el buen trato y una estructura de vínculo sano en relación a si mismo y a otros, será condición de la familia y sus dinámicas, más que de que niño haya nacido “bueno y sano”. Antes, por decirlo de alguna forma, con que estuviera medicamente sano, el niño ya cumplía con el 80% de lo necesario para que se supusiera que le fuera bien en la vida. Sin embargo en esos tiempos, la competencia para llegar a la universidad, las expectativas económicas de que logre que le vaya bien o de poderle dar una educación buena al niño, son temas que son considerados de largo aliento y que incluyen al más temido de los factores negativos: el estrés crónico a nivel familiar.

El estrés crónico y las dificultades de vinculo: ser tímido, poco sociable, sentirse con baja autoestima, no tener el ultimo Iphone para llevarlo a clases, no saber conversar con los padres, el consumo de drogas, alcohol y la falta de límites, son la puerta de entrada a un sinfín de problemas psico-emocionales que marcaran la vida de su familia.

Cuidarse como papas y como pareja es una relevante actividad que debe persistir, aunque sea ir a la plaza a pasear el perro juntos un rato… converse con su pareja, planifique su semana, cuide sus tiempos de descanso túrnense para cuidar y acompañar… Al final, si a uno se le acaba la paciencia, por lo general le queda un poco al otro!

Escuche las historias de sus hijos, leales cuentos, muéstrele el arte y la naturaleza…regule la cantidad de horas frente al computador, cómprele la bici y vuelvan a las pistas!… Lo más antes mejor. Mas desde pequeño se escucha, acompaña y refuerza, más libre y más sana será la experiencia del adolescente. Refuerce valores, incúlquelos con respeto y coherencia y entonces lo van a pasar bien todos!

Mariann Davila Coggiola
Psicóloga
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